Tras el extraordinario éxito de sus últimas ediciones en el municipio, Destiladera regresa por segundo año a la Casa Seño Justo. De los tiempos en los que Tías se dividía en la Vuelta de arriba y la Vuelta de abajo es este edificio señero de tipología tradicional canaria con aproximadamente un siglo de antigüedad. Fue vivienda particular del señor Justo, a la sazón vecino del municipio, y a su muerte, el Ayuntamiento inició una serie de negociaciones con los herederos, que concluyó con su adquisición en el año 1998.
La edificación fue restaurada en 2006, con la idea de que funcionase como museo agrícola y enológico, y ha tenido diversos usos desde entonces.La remodelación de la vivienda, vinculada a la actividad agrícola previa al desarrollo turístico,fue realizada por una escuela taller para jóvenes y un taller de empleo integrado por mujeres.
La infraestructuracuenta con unos 750 m2 de parcelas de cultivo en las fincas colindantes.
La asociación Tenique Cultural regresa un año más con esta popular iniciativa destinada a recuperar, proyectar y analizar películas antiguas de Lanzarote. Durante dos semanas, el cine familiar más interesante viajará por los siete municipios de la mano del realizador tinerfeño Dailo Barco. Los fragmentos seleccionados girarán en torno a la vida en la isla, protagonista de la posterior conversación con el público, que podrá ampliarse en el enyesque final.
Ante la extraordinaria acogida obtenida a lo largo de sus primeras ediciones, Destiladera sigue creciendo y se presentará en todos los municipios de Lanzarote. El propósito de este peregrinaje es exhibir extraordinarias imágenes históricas a los vecinos y vecinas de la isla.
Personas de todo tipo, jóvenes y mayores, locales y foráneas, interesadas por el cine o no, sienten una especial atracción por estas películas antiguas, que condensan las formas de vida tradicionales. Paisajes, fiestas populares, modos de transporte, pueblos, fincas y animales regresan desde el pasado para enseñarnos cómo fue este lugar hace no tantos años.
Este proyecto cuenta con la colaboración del área de cultura del Cabildo de Lanzarote y los Ayuntamientos de Arrecife, San Bartolome, Yaiza, Tinajo, Tías, Teguise y Haría
